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                        LAS ERAS GEOLOGICAS DE LA TIERRA

 EL  ORIGEN DE LA HUMANIDAD Y PROCESO DE HOMINIZACION - HOMINIDOS

miércoles, 12 de enero de 2011

Mesolitico


Período prehistórico, entre el Paleolítico y el Neolítico, que duró aproximadamente entre el 10000 adC y el 5000 adC

Época marcada por el final de la Era glacial del Pleistoceno, con la consiguiente mejoría de lascondiciones de vida
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Comienza la diferenciación de razas y la colonización del planeta.
La transición del Paleolítico al Neolítico fue un proceso más o menos lento y con etapas intermedias. No es posible que un cambio tan radical sea repentino. Fue en 1887 cuando se descubrieron, en las cuevas de Mas d’Azil, pruebas de la existencia de culturas mixtas.

Los motivos de este cambio tan trascendental son confusos, pero en su raíz está el cambio climático producido durante el período interglacial y el neotérmico. El Holoceno comenzará con el fin de la glaciación Würm. Las nuevas condiciones climáticas no es que fuesen catastróficas, además fueron lo suficientemente lentas como para permitir la adaptación ecológica, pero los cambios en la naturaleza implicaron transformaciones radicales en las formas de vida y en la base económica. Había que inventar nuevas formas de conseguir alimentos.

Los hombres del Mesolítico se dedicaron a la caza, la pesca y la recolección, como los del Paleolítico Superior, pero sus condiciones de vida fueron relativamente más duras. El clima sufrió grandes cambios: había finalizado una etapa de glaciación. Las grandes masas de hielo y nieve se derritieron gradualmente, subió el nivel de los mares y se inundaron muchas regiones bajas. Por otra parte, el aumento de la temperatura provocó la desaparición o la migración hacia el Norte de los grandes mamíferos característicos del clima frío que habían otorgado una caza provechosa a los seres del Paleolítico Superior. La caza tuvo que orientarse hacia animales más pequeños o buscar otras formas de alimentación. El mamut se extinguió y los rebaños de herbívoros fueron sustituidos por animales de costumbres individuales, cuya caza era más compleja: el ciervo y los jabalíes. Los cazadores comenzaron a utilizar perros, con algún grado de domesticación, para sus actividades. También es importante la microlitización, es decir, la fabricación de pequeños utensilios adaptados a su nueva situación, como por ejemplo, la recolección de moluscos y la apertura de éstos.
condiciones de vida.


Las armas más importantes fueron los arcos, reforzados por tendones, y las flechas de piedra con variadas formas geométricas (por ejemplo, triángulos y trapecios). Utilizaron también un tipo de flechas de hueso o de madera para conseguir pieles sin dañarlas demasiado. Durante este período se fabricaron trineos, en un principio tirados por hombres y luego por perros, y canoas de piel o de corteza de árboles. De la corteza de abedul fabricaron un producto para pegar, que se ha considerado probablemente como la sustancia más antigua realizada por el ser humano.



Los hábitos de las culturas del Mesolítico eran nómadas, con alojamientos de invierno y campamentos de verano. En algunas regiones, donde las costas ofrecieron cantidades permanentes de alimentos, comenzaron a ubicarse asentamientos durante todo el año.




El proceso de transición al Neolítico fue complejo, y necesitó de una sociedad más organizada, e incluso jerarquizada, pero con una fuerte implantación de los recursos comunes. El nomadismo suponía que la densidad de población fuese muy baja.

El dominio de la agricultura dará al ser humano la posibilidad de transformar el paisaje radicalmente, y hacerlo más confortable. Pero esta no es labor de individuos sino de sociedades organizadas. Esto supone la existencia de un sistema social y jurídico estable, y decidido a transformar el medio, ordenando el esfuerzo y que permitiese la especialización del trabajo, y nuevas formas de organización. Esta sociedad necesitó de personas con capacidad para organizar el trabajo e inventar soluciones a los problemas vitales. Puede que estas personas se convirtiesen en jefes y luego fuesen mitificados, creando las religiones no mágicas. La división del trabajo fue necesaria para el buen funcionamiento de las tareas agrícolas. Este modelo tuvo una rápida difusión ya que todos los pueblos se enfrentaban a problemas similares.



Mesolítico en España

El Mesolítico en España es un periodo indefinido en el que conviven modos de vida de Paleolítico y del Neolítico. Se desarrolla en torno a los años 7000 adC. Se caracteriza por que las culturas son periféricas: en la costa cantábrica con el complejo aziliense, derivado del magdaleniense y la cultura de las conchas de marisco; el período asturiense con la decadencia de la industria ósea y del arte rupestre; y la costa mediterránea donde conviven dos tipos de industrias; una microlaminar y otra geométrica, de técnicas gravetienses.





En esta época desaparecen los grandes mamíferos, y las culturas tienden a cazar piezas menores y a pescar. Pero, también, comienzan a cuidar las manadas y a sembrar plantas. En este periodo empiezan los contactos con grupos extranjeros. De esta etapa destaca el yacimiento de Muge (Portugal), en el Tajo portugués. La vivienda se hace en cabañas y hay restos de ritos funerarios.




El Mesolítico es un período prehistórico, entre el Paleolítico y el Neolítico, que duró aproximadamente entre el 10000 a. C. y el 5000 a. C. Su nombre significa Edad Media de la Piedra (del griego μεσος, mesos=medio; y λίθος, líthos=piedra) por contraposición al Paleolítico (Edad Antigua de la Piedra) y al Neolítico (Edad Moderna de la Piedra).

Época marcada por el final de la era glacial del Pleistoceno, con la consiguiente mejoría de las condiciones de vida.

Comienza la diferenciación de razas y la colonización del planeta.

Culturas:

Aziliense
Maglemoisense
Ertebölliense
Ahrensburgiense
Asturiense

Conjunto de útiles llamados "microlitos", típicos del Mesolítico (periodo intermedio entre el Paleolítico y el Neolítico, hace unos 10.000 años). La tendencia, como veis, es a que los útiles se hagan cada vez más pequeños. Están hechos en sílex, y solían insertarse varios de ellos en un mango o astil de madera. Las formas, como podéis ver, son muy variadas.



Las armas más importantes fueron los arcos, reforzados por tendones, y las flechas de piedra con variadas formas geométricas (por ejemplo, triángulos y trapecios). Utilizaron también un tipo de flechas de hueso o de madera para conseguir pieles sin dañarlas demasiado. Durante este período se fabricaron trineos, en un principio tirados por hombres y luego por perros, y canoas de piel o de corteza de árboles. De la corteza de abedul fabricaron un producto para pegar, que se ha considerado probablemente como la sustancia más antigua realizada por el ser humano.



Los hábitos de las culturas del Mesolítico eran nómadas, con alojamientos de invierno y campamentos de verano. En algunas regiones, donde las costas ofrecieron cantidades permanentes de alimentos, comenzaron a ubicarse asentamientos durante todo el año.

El Mesolítico se divide en dos fases: El Epipaleolítico (o fase posterior del Paleolítico) cuyo nombre deriva de la raíz griega "epi", es decir "sobre"; y el Protoneolítico (periodo anterior al Neolítico y a la Edad de los Metales).


La vida en el Mesolítico

Es durante este periodo cuando, tras la última glaciación wurmiense (Würm III), surgen los grandes bosques y se extinguen los grandes animales. El crecimiento de los bosques, debido a la modificación climática, hace más dificultosa la caza mayor. Los grandes mamíferos, como el Elefante lanudo, el Rinoceronte lanudo, los osos de las cavernas, desaparecen, y otros como el reno, emigran. Por el contrario prosperan el ciervo, el magurío, y sobre todo el caracol (signo de clima cálido y húmedo).

Como especies de caza se conservan el ciervo, el sarrio, la cabra montesa, el jabalí y el corzo (estos dos últimos en franco aumento). También se cazan osos, zorros, gatos monteses, tejones y otros pequeños mamíferos; como aves se cazan los gansos, tordos, faisanes, arrendajos, palomas salvajes y otras. La recolección de frutos se extiende, y se comen caracoles y conchas. La pesca se desarrolla. El clima húmedo hace incrementar espectacularmente la cantidad de caracoles, que el hombre consume por millones como un nuevo alimento.

Al poder vivir de las frutas que recolecta, el hombre tiene menos necesidad de cazar. Sale de las cuevas, cambia sus hábitos y su alimentación y se modifican sus características físicas.



Se construyen las primeras chozas a orillas de los ríos, y se abandonan temporalmente las cuevas, viviéndose al aire libre en cabañas de madera y plantas, de las cuales no se conservan vestigios, pero en cuyos emplazamientos se localizan objetos de piedra tallada conocidos por "talleres de Sílex".

Agujas de hueso del Mesolítico,


Al desaparecer la caza mayor, la de los pequeños animales pasa a primer plano, y para ella se utilizan objetos de piedra de diversas formas, de uso a menudo incierto, muchas de las cuales debían usarse como saetas. Los instrumentos de medidas mayores se hacen escasos.

En esta época los hombres van desnudos o con taparrabos, y las mujeres van desnudas o con unas faldas acampanadas hasta las rodillas, atadas con una cuerda a la cintura, y desnudas en la parte por encima de la cintura.



La sociedad y el arte mesolíticos fueron consecuencia de estos importantes cambios. La cultura que se generó presentaba rasgos intermedios entre las sociedades depredadores y las productoras. Los pueblos mesolíticos se hicieron semi-sedentarios en los territorios donde hallaron recursos suficientes para vivir, por ejemplo los concheros del Cantábrico que se alimentaban de los moluscos abundantes que proporcionaba el mar. Son característicos sus picos, piedras talladas que empleaban para separar los moluscos de las rocas a las que estaban adheridos.

Los grupos tienen probablemente un hechicero, que al principio se distinguía por adornos en las piernas, concretamente en las rodillas, y probablemente también en los brazos. Se practicaban bailes rituales, en los cuales probablemente se invocaba la fertilidad de las mujeres o más probablemente de los animales.



Abrigo de Los Grajos II


Escena de danza en un abrigo de Los Grajos



La practica de la caza de animales menores, como ciervos o corzos, lleva a la técnica del encercamiento del animal por el grupo humano, y su matanza. Pronto los hombres aprenden a cazar a estos y otros animales empujándolos hacia sacos de cuero, y concentrándolos después en cercados hechos con empalizadas de madera. De esta forma se convirtieron en pastores.

A la fertilidad de estos rebaños, y de los rebaños libres, se asocian las danzas rituales y los cultos asociados a pinturas rupestres de animales, con un significado probablemente mágico o de culto.

La caza es la actividad principal y la mayor consideración social es para el gran cazador.



Los hombres usan eventualmente (no siempre) plumajes en la cabeza, y brazaletes en los brazos y en los tobillos.

Las mujeres eran altas, delgadas, esbeltas, con la cintura estrecha y la pelvis ancha; sus piernas eran robustas; sus pechos grandes y flácidos, y les colgaban exageradamente hasta la barriga. Su peinado era estrecho en el centro y colgando hacia los lados, cada vez con mayor anchura, hasta el final de la cabeza.

Para la caza el hombre usa el arco. Lo llevaba en la mano derecha junto a varias flechas, mientras en la mano izquierda llevaba solo una flecha. Disparaba el arco con habilidad en diversas posiciones (de pie, sentado, rodilla en tierra, apoyado, hacia arriba, e incluso mientras estaba corriendo).

Cazadores mesolíticos cruzando un rio


Las luchas entre tribus debían ser frecuentes, y aparecen a menudo reflejadas en las pinturas rupestres que se conservan en diversos puntos. En estas representaciones se reflejan batallas de arqueros que incluso llegaban al cuerpo a cuerpo.

Toda la época marca la transición de la economía basada exclusivamente en la caza (finales del Paleolítico) a una economía de cazadores-recolectores (Mesolítico, Fase del Epipaleolítico) y después a una de pastores (Mesolítico, Fase del Protoneolítico).


El hombre y las abejas

Una nueva actividad se desarrolla en esta época: la recolección de la miel en las colmenas de abejas. Cuando los nidos están al alcance del hombre, las mujeres los recogen con facilidad, pero a menudo se ubican en lugares de difícil acceso. En tales casos el hombre colgaba unas cuerdas trenzadas en algún saliente o árbol, y una mujer subía por la cuerda con un cesto trenzado, o una calabaza vacía, con un asa probablemente de cuerda. Con habilidad recogía los trozos de panal de la colmena. El hombre también subía con otra cesta (que durante la subida se colgaban en la espalda a modo de mochila) y una vez llena la de la mujer, la cambiaba por la suya. El hombre entregaba su cesta y descendía con la que la mujer había llenado. La mujer llenaba entonces el segundo cesto y se reunía después con el hombre, juntando las dos cestas llenas de celdillas, de las cuales extraían la miel. No será hasta más tarde, avanzado el Neolítico, que aprendieron a controlar los enjambres de abejas, para asegurarse un suministro regular.

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